sábado, 17 de marzo de 2012

COMENTARIO RESUELTO DEL TEXTO DE HUME:

“La mayoría de los filósofos de la antigüedad, que trataron de la naturaleza humana, han manifestado más que una profundidad de razonamiento o reflexión, una delicadeza de sentimiento, un justo sentido de la moral, o una grandeza del alma. Se contentaron con representar el sentido común del género humano a la más viva luz y con el mejor giro de pensamiento y expresión, sin seguir fijamente una cadena de proposiciones u ordenar las diversas verdades según una ciencia regular. Por tanto, vale la pena, al menos, ensayar si la ciencia del hombre no admitirá la misma precisión que ha resultado susceptible de aplicación a varias partes de la filosofía natural. Parece asistirnos toda la razón del mundo al imaginar que podía ser llevada al más alto grado de exactitud. Si, al examinar diferentes fenómenos, descubrimos que se resuelven en un solo principio común, y si podemos inferir este principio de otro, llegaremos, al final, a aquellos pocos principios simples, de los que depende todo el resto. Y, aunque nunca podamos llegar a los últimos principios, es una satisfacción ir tan lejos como nuestras facultades nos lo permitan.”

David Hume, Tratado de la naturaleza humana.


            El tema que Hume trata en este texto es el estudio de la naturaleza humana o la ciencia sobre el hombre. Sobre este tema plantea el siguiente problema: ¿qué métodos debemos aplicar al estudio del ser humano? Ante esta cuestión, responde defendiendo como tesis, que debemos aplicar al estudio del ser humano los métodos de las ciencias naturales,  puesto que son más exactos y rigurosos.
            Para apoyar su tesis utiliza los siguientes argumentos:
            Primero, afirma que la mayoría de los filósofos de la antigüedad, al estudiar la naturaleza humana, no han manifestado una profundidad de razonamiento o reflexión. La razón que esgrime Hume es que se han basado en sus reflexiones en los sentimientos, en la moral, en la grandeza de alma o en el sentido común.
            En segundo lugar, plantea que, puesto que lo anterior es así, se hace necesario utilizar los métodos de una ciencia que tenga mayor precisión y exactitud. Esta ciencia que sirve como paradigma sería la ciencia natural. Es decir, busca aquellos métodos propios de las ciencias naturales ya que están mucho más reglados, y aportan más exactitud y rigor que las formas empleadas por los filósofos antiguos al estudiar la naturaleza humana. Quiere estudiar la naturaleza humana de la misma forma que se estudia la naturaleza biológica o física.
            Por último, aporta una demostración de los métodos, propios de las ciencias naturales,  que deben ser utilizados: el método inductivo (resolver distintos fenómenos en un principio común), y el método deductivo (inferir de este principio común otros, llegando a principios simples). Con ello, se puede profundizar en al realidad, aunque sin llegar a los principios últimos.

viernes, 16 de marzo de 2012

ABORTO, VERDAD Y BIOÉTICA.

Por César Nombela, catedrático de la Universidad Complutense (ABC, 14/03/12):

"La reciente propuesta de los bioeticistas Giublini y Minerva en la revista británica Journal of Medical Ethics, que justifica el infanticidio en algunos casos, rompe todos los diques de contención de lo que cabía imaginar en relación con las obligaciones del hombre con sus semejantes. Aquí sí que cabe experimentar la sensación que Habermas ha denominado de «vértigo que tenemos cuando el suelo que creíamos seguro se escurre bajo nuestros pies». Sin embargo, no cabe olvidar que el artículo de los referidos autores supone confrontar a muchos de los que justifican el aborto provocado con lo que sería una extensión lógica de sus argumentos."

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martes, 13 de marzo de 2012

COMENTARIO RESUELTO DEL TEXTO DE DESCARTES:

            “El buen sentido es la cosa que mejor repartida está en el mundo, pues todos juzgan que poseen tan buena provisión de él que aún los más difíciles de contentar en otras materias no suelen aparecer más del que ya tienen. En lo cuál no es verosímil que todos se engañen, sino más bien esto demuestra que la facultad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de la falso, que es propiamente lo que llamamos buen sentido o razón, es por naturaleza igual en todos los hombres; y, por lo tanto, que la diversidad de nuestras opiniones no procede de que unos sean más racionales que otros, sino tan sólo de que dirigimos nuestros pensamientos por caminos distintos y no consideramos las mismas cosas. No basta, ciertamente, tener un buen entendimiento: lo principal es aplicarlo bien. Las almas más grandes son capaces de los mayores vicios, como de las mayores virtudes; y los que caminan lentamente pueden llegar mucho más lejos, si van siempre por el camino recto, que los que corren pero se apartan de él.”

R. Descartes, Discurso del método. 

            En este texto trata el tema de la razón (buen sentido), planteando el siguiente problema: si todos poseemos la misma razón ¿por qué tenemos distintas opiniones? A esta pregunta responde defendiendo la tesis de que la diversidad de opiniones no está causada por la razón (igual en todos por naturaleza), sino por el método que seguimos para usarla.
             Apoya su tesis en los siguientes argumentos:
            Afirma primero que la razón está bien repartida entre todos los hombres, apoyando su afirmación en el hecho de  que nadie apetece más de la que tiene.
            Da un paso más adelante profundizando en el ser de la misma razón, ésta es igual por naturaleza en todos los hombres, de lo que se deriva el que nadie puede ser más racional que otros, o el que no puede haber una razón individual. La razón es siempre una.
            De lo anteriormente dicho se deduce que la diversidad de opiniones no se puede derivar de que haya seres humanos más o menos racionales, ya que todos tenemos la misma razón, sino del uso que hacemos de la misma razón, de los métodos distintos con que utilizamos la misma razón. Hasta aquí, llega a su tesis como punto final de su argumentación. Luego, la diversidad de opiniones no depende de la razón misma, sino de su uso.
            Por último, pasa a reforzar su propia tesis a partir de dos analogías donde compara la actividad de la racionalidad humana con otros ámbitos de la actividad del hombre, como son la moralidad y el ejercicio físico, de tal manera que nos trasmite la idea de que siempre  podemos seguir distintos caminos malogrando o potenciando nuestras posibilidades.

viernes, 2 de marzo de 2012

INMANUEL KANT


¿TIEMPO DE UTOPÍAS? Alternativas a la crisis.

LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN, POR CHRISTIAN FELBERG


PARA AMPLIAR INFORMACIÓN, ESCUCHAR LA SIGUIENTE CONFERENCIA.

EL DISTRIBUTISMO, POR JUAN MANUEL DE PRADA

EL DISTRIBUTISMO ES APLICABLE HOY.

"Algunos la juzgarán una sociedad utópica; yo la juzgo perfectamente realizable, en un tiempo como el presente, en que el capitalismo financiero y el llamado cínicamente Estado social de Derecho se tambalean, heridos de muerte. Sólo hacen falta católicos radicales e intrépidos, con poco que perder (el soborno del mundo) y mucho que ganar (la vida eterna)"

Fuente: www.alfayomega.es

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