miércoles, 24 de octubre de 2012

IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LAS HUMANIDADES.







«La educación humanística es el ingrediente más importante para la salud de la democracia» MARTHA NUSSBAUM Filósofa y profesora de la Universidad de Chicago

Oviedo,
P. RUBIERA/ P. GALLEGO

Martha Craven Nussbaum (Nueva York, 1947), filósofa y profesora en la Universidad de Chicago, es el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales de este año. Aunque es conocida sobre todo por sus ensayos sobre filosofía antigua -ha firmado una veintena de libros sobre Aristóteles- y el estudio de las emociones, Nussbaum ha desarrollado intereses muy variados. Su filosofía sigue la estela de la tradición política liberal, es una defensora radical de la educación y las letras como baluartes de la existencia, de los derechos de los animales y estudiosa del feminismo. En 1986, en colaboración con el economista Amartya Sen, desarrolló la teoría del «enfoque de las capacidades» como alternativa para el análisis de las cuestiones de justicia básica. La pensadora, que llegará a Asturias el próximo martes, ha respondido a un cuestionario de LA NUEVA ESPAÑA.


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Juan Manuel de PradaJuan Manuel de Prada

Humanidades

Fueron los griegos los primeros en concebir la educación -paideia- como una formación integral que ayudaba al individuo a formarse adecuadamente para el ejercicio recto de sus deberes cívicos. La paideia griega se trasladó como humanitas a los romanos; y, posteriormente, el pensamiento cristiano aquilató este sentido de la humanitas romana, trascendido por la intervención directa de Dios en la historia humana a través de la Encarnación. Este modelo educativo entraría en una gradual regresión a partir del siglo XIX. En una primera fase, al lado de las humanidades clásicas, fue ocupando un lugar cada vez más preponderante el estudio de las humanidades modernas -Psicología, Sociología, Economía, Pedagogía, etcétera-, introducidas cada vez con mayor fuerza en la enseñanza. Paralelamente, el estudio de las Ciencias, propio del modelo clásico, fue sustituido por el estudio de técnicas especializadas y utilitarias. Y la escuela dejó de ser el ámbito único de formación: los medios de comunicación, el cine, la televisión postularon nuevos modelos educativos que ya no buscaban transmitir el saber, sino cultivar aptitudes e impartir conocimientos meramente instrumentales. Así se ha llegado a la situación actual, en la que el hombre contemporáneo, apoyado en porcentajes y estadísticas, cree poder interpretar el mundo; y en la que el estudio de las humanidades aparece caracterizado como una reliquia del pasado, mirada con un benevolente desprecio por los que se consideran a sí mismos como representantes de la cultura propia de nuestra época.


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